Elementos del Ejército Mexicano esta tarde desactivaron la amenaza que representaba una granada de fragmentación con la que un grupo de pequeños, en un lote baldío de la colonia Venustiano Carranza de la ciudad de Boca del Río, jugaba, aventándosela.
Fue por la curiosidad de un vecino, que al observar que ésta cayó a los pies de un niño de ocho años, se alarmó y decidió quitársela para depositarla en una parte alejada de ellos y llamó a la policía preventiva.
Sin embargo y debido al riesgo que representaba y porque no estaban preparados para este tipo de contingencias, los policías decidieron llamar al Ejército Mexicano cuyos soldados se presentaron a las calles Universal, entre Ovaciones y el Dictamen, y con el apoyo de la llamada "olla antiexplosivos", personal entrenado cubierto con uniforme blindado realizó el traslado del artefacto explosivo a la citada olla.
La zona fue acordonada y desviado el tráfico en salvaguarda de la integridad de las personas.
Al final, el grupo militar se retiró llevándose a su base la granada de fragmentación, no sin antes realizar los interrogatorios de rigor a testigos para saber de dónde pudo provenir el artefacto explosivo, el cual aparentemente estaba semienterrado en el lote baldío en mención, donde realizaron una búsqueda para descartar que pudiera haber más, que al final no encontraron
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